En noviembre de 1951 se celebró en Valencia la III Asamblea Conjunta de Acción Católica, en la que se congregaron todos los centros de la Diócesis. José María Haro, Presidente de la Rama de los Hombres, intervino con una ponencia conclusiva dedicada a sus dos grandes amores: la educación, que aprendió a querer de la mano de sus maestros de la infancia, y la Acción Católica, que quiso entrañablemente con el mismo corazón con el que amaba a Jesucristo. Temas sobre los que volvería una y otra vez, no por el interés de a quien solamente mueve el puro deseo de saber, sino por el amor y el compromiso de hombre de acción en estos dos aspectos que dieron forma a su vida desde la juventud: el magisterio y la Iglesia. Una nueva pieza es ésta en la misión trascendental de dignificación social de los maestros y la escuela a la que se entregó denodadamente -y con notable éxito- el Siervo de Dios.
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José Mª Haro Salvador 